jueves, 30 de abril de 2009

Muerte mía













La muerte no es quedarme
con las manos ancladas
como barcos inútiles
a mis propias orillas,
ni tener en los ojos,
tras la sombra del párpado
el último paisaje
hundiéndose en sí mismo.

La muerte no es sentirme
fija en la tierra oscura
mientras mueve la noche
su gajo de luceros,
y mueve el mar profundo
las naves y los peces,
y el viento mueve estíos,
otoños, primaveras.

¡Otra cosa es la muerte!

Decir tu nombre una
y otra vez en la niebla
sin que tornes el rostro
a mi rostro, es la muerte.
Y estar de ti lejana
cuando dices "La tarde
vuela sobre las rosas
como un ala de oro".


La muerte es ir borrando
caminos de regreso
y llegar con mis lágrimas
a un país sin nosotros
y es saber qué pregunta
mi corazón en vano
por tu melancolía

Otra cosa es la muerte.

© Meira Delmar (Poetisa colombiana)

miércoles, 29 de abril de 2009

Canción para tu ser

Yo adivino en tus ojos un reflejo de ensueños...
Luminosa gardenia saturada de mar...
Si el destino quisiera que yo fuera tu dueño,
!tu jamas en la vida me podrias olvidar!...

Tu existencia de nardos y mi vida de glosas
formarian las cadenas que me unieran a ti.
Un secreto de luna y un sendero de rosas
soñarias cada vez que pensaras en mi.

Cada tarde pintada de quietud peregrina
volveran mis palabras a rozar tu candor;
y tendran tus cabellos suavidad de neblina
y la brisa del alma me hablara d tu amor.

Yo quisiera por siempre alumbrar tu sendero
y que tu fueras siempre mi adorada ilusion,
porque sueño en tus labios la quietud del lucero
y en tu ser hay destellos de poema y cancion...

Ni el silencio, ni el tiempo, ni la amarga distancia
borraran de mi alma tu sonrisa sin par;
me diluyo en la brisa de tu nivea fragancia,
y por toda la vida... !yo te quiero adorar!...

© Gustavo Arevalo Pacheco (Poeta venezolano)

Las Musas

Inspiradoras de la Poesía, las Artes y las Ciencias. Protectoras del Conocimiento. Cantoras de hermosas voces que deleitaban a los Dioses del Olimpo. En la Teogonía de Hesíodo, son hijas de Zeus y Mnemósine, una de las titánidas y quinta esposa del Dios, tras nueve noches de unión consecutivas.
Su culto es originario de Tracia, considerada por los griegos, como un país santo donde se desarrollaron con gran fuerza la Poesía, las Leyes y las Artes. El culto a las Musas se extendió en Grecia y se les dedicó un santuario en la Acrópolis de Atenas. En Roma, se les consagraron tres templos. En el Monte Parnaso, existe una cumbre dedicada a Apolo y a las Musas. Donde se encuentra una fuente quien antes fue una ninfa que Apolo transformó, llamada Castalia. Al mismo tiempo le otorgó el don de inspirar a los poetas que bebieran de sus aguas.
En el Helicón, la montaña más alta de Beocia, tiene en su cumbre un santuario a las Musas. Encontramos Ascra, donde nació Hesíodo y la fuente de Hipocrene. Cuenta la leyenda que se dio un concurso de canto
entre las Musas y las hijas de Piero. El Monte Helicón estaba tan complacido por la belleza de sus voces que
empezó a crecer, amenazando con llegar al cielo. Poseidón ordenó a Pegaso darle una coz a la montaña para que volviera a su tamaño original a lo que ésta obedeció. En el lugar donde Pegaso le había golpeado brotó la fuente de Hipocrene o fuente del Caballo. Después Zeus lo convertió en constelación, para que Pegaso fuera eterno.
Calíope: la de bella voz. Musa de la elocuencia y la poesía épica.
Clío: la que ofrece gloria. Musa de la historia y la memoria.
Erato: la amable. Musa de la poesía amorosa y la mímica.
Euterpe: la muy placentera. Musa de la música y creadora de la flauta doble.
Melpómene: la melodiosa. Musa de la tragedia.
Polimnia: la de muchos himnos. Musa de la poesía sagrada, la geometría, la pantomima, la meditación y la agricultura.
Talía: la festiva. Musa de la comedia y la poesía pastoril. Es una de las tres Gracias.
Terpsícore: la que deleita en la danza. Musa de la danza, los coros y la poesía ligera.
Urania: la celestial. Musa de la Astronomía.